Hoy fuimos de visita a la casa de una chica como mínimo, peculiar. Su nombre es Itziar, procede de una antigua familia vasca con título de nobleza, en su tiempo bastante adinerada y venida hoy en día a menos, que lleva afincada en Moscú hace ya algunas generaciones.

Llegamos antes de tiempo y estuvimos viendo el lago que rodea la mansión. Y sorpresa nuestra que vimos como salía del agua nuestra anfitriona vestida como una amazona del siglo XXI, de gótica como es habitual en ella y siempre con un halo que la convierte en una mujer misteriosa. Siendo contraría a las ideas familiares, ha sido considerada la oveja negra de la familia por sus allegados y la clase social a la que pertenece. Eso si las extrañas tradiciones familiares, muy ancestrales, las sigue practicando. Se la relaciona con ritos místicos de su antigua tierra, algunos los denominan brujería.

En la entrada principal de la mansión la hicimos algunas fotografías, demostrando que puede ser peligrosa y coqueta a la vez, cerca de las dos estatuas descomunales que en su momento fueron las que me dieron la idea de apodarla la amazona del siglo XXI. Este acceso ya no es usado nunca y ya se pueden empezar a ver los signos de una hacienda que la palabra más adecuada para denominarla es: ruinosa.

La entrada lateral que habitualmente era utilizada por el servicio de la casa, es la que usa ella para acceder al domicilio, y la verdad le pega muy bien a su estilo de vida tan místico.

Paseando por los antiguos puentes que rodean la casa nos íbamos acercando a su lugar más secreto, donde oculta de miradas extrañas ella realiza sus rituales ancestrales, relacionados con la naturaleza según nos informó ella hace ya algún tiempo.

Y aquí nos despedimos, espero que os haya gustado nuestra amiga Itzi, agur.

Siliconedolls.

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