
Monster High es una franquicia de productos de juguetería y audiovisuales que se inició en diciembre del 2011, con el lanzamiento de muñecas de Mattel. Los personajes son de aspecto humano, pero están inspirados en películas de monstruos y ficciones de terror, distinguiéndolas de las muñecas más de moda. Fueron creados por Garret Sander, con ilustraciones de Kellee Riley; Barbie y Monster High están hechos por Mattel pero, a pesar de ello, compiten en el mercado.
La franquicia Monster High también incluye otros productos de consumo tales como papelería, bolsas, llaveros, y varios juguetes. También hay especiales de TV de Monster High, una serie de televisión web y películas . Lisi Harrison es la autora de las novelas Monster High para adultos jóvenes, el primero de los cuales fue puesto en venta a finales de 2011.
Los personajes se muestran siendo ya sea en relación a, o como hijos de monstruos famosos como Drácula, el mostruo de Frankenstein, la Momia, Medus, el Monstruo de la laguna negra, el Fantasma de la Opera, el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, Zombies, el Hombre Lobo, etc.
Su historia tenebrosa:
April Christensen, lloraba escondida bajo la mesa de la sala, observando entre las patas de las sillas, como su madre era brutalmente golpeada por un hombre ebrio cuyo exceso de alcoholismo lo llevaba cada vez más fuera de si. A pesar de haber visto reiteradas veces esta violenta escena, April no podía soportar llorar y morir de impotencia cada vez que la veía. Con sus 8 años de edad, April había visto mucha más violencia en vivo que la mayoría de nosotros en las películas. Vivía con sus padres en una pequeña y humilde casa en el centro de la ciudad. Su madre trabajaba en una pequeña tienda de mascotas, vendiendo alimentos y juguetes para perros. Por otra parte, su padre, no las amaba, a ninguna de las dos; tanto su hija como su esposa le daban igual, ya había sido infiel una vez, y April tenía sospechas de que lo estaba haciendo por segunda vez. Este hombre tan desenamorado de su familia, no tenía ningún trabajo específico, pero se podría decir que se dedicaba a hacer llorar y sufrir a su esposa, y consecuentemente a su pequeña hija.
Casi todos los días llegaba a más de las 12, totalmente ebrio, zaparrastroso e irascible, exigiendo la cena, y si esta no le satisfacía o simplemente no era de su agrado, recurría a darle golpes, patadas, puñetes e incluso tirones de cabello a su mujer. En una ocasión, la pequeña April intentó defender a su madre, pero lo único que consiguió fue que su padre la arrastrara de los cabellos a su habitación y la encerrara mientras oía los gritos y llantos que no había podido parar. El padre de April se negaba rotundamente a firmar el divorcio, y amenazaba a su mujer diciéndole que si lo dejaba, mataría a la niña. La abuela de April le pagaba la escuela hasta que su madre consiguiera un mejor trabajo. Su abuela era una mujer de mente muy cerrada y anticuada y le decía a su hija que debería aguantar los maltratos de su esposo por el simple hecho de ser el único hombre en la casa.

En la escuela, April no tenía muchos amigos, casi no hablaba con nadie, y generalmente salía sola al recreo. Había nacido con labio leporino, y aunque este no fuera un problema grave, su familia no tenía dinero para la operación, y este era el principal motivo por el cual los niños de su clase se burlaban de ella. April quería tener amigos, e intentaba socializar, pero los niños se alejaban de ella con aversión y asco como si se tratara de un ser desagradable. Muchos la molestaban diciéndole que era un fenómeno, un monstruo. Así, era la vida de esta niña, que no tenía ni un sólo amigo y era odiada por su padre. La única persona que le demostraba un gran amor, era su madre, que aún con todas las tristezas y el cuerpo lleno de golpes, se esforzaba por darle todo lo mejor a su pequeña, y aunque April amaba a su mamá, muchas veces anhelaba tener un amigo con el cual jugar. A April tantas veces le habían dicho que era un monstruo, que incluso llegó a creérselo. Se miraba al espejo y lloraba al ver la malformación de sus labios, sintiéndose horrenda en comparación a las demás niñas de su clase, y se afligía al pensar que una niña "monstruosa" como ella jamás tendría amigos.
Una noche su madre trabajaba en la tienda de mascotas, y April se había quedado sola en casa. Su padre llegó mucho antes de lo usual, y a pesar de estar ebrio, no se encontraba en el estado lamentable en el que volvía normalmente. El hombre buscó a su esposa en todos los ambientes de la casa, pero no la encontró. Pasando por la habitación de April, oyó como esta dialogaba con alguien, y pensó que ahí se encontraba su esposa. Abrió la puerta con lentitud y precaución , y lo que vio lo dejó boquiabierto: Ahí estaba su hija, hablando y riendo con un grupo de niñas muy particulares. Niñas cuya apariencia destacaba que no eran humanas, Eran aproximadamente 5 niñas que se encontraban jugando con April en su habitación. El padre estupefacto, entró a la habitación y empezó a gritarle a su hija, que asustada, se alejaba de el. En ese instante llegó la madre y al oír los gritos enfurecidos de su marido corrió en socorro de April. Cuando llegó al cuarto, encontró a su pequeña llorando, y a su esposo levantando un bate de baseball en alto amenazando con golpearla.
- ¡Hija de Satán! ¡contesta! ¡¿Quienes son ellas¡?
- ¡Mis amigas papá! ¡Mis amigas!
Respondía April aterrada ante las interrogantes de su padre, cubriéndose la cabeza con los brazos mientras lloraba. Su madre le quitó el bate al descontrolado hombre e intentó calmarlo, pero este se lo arrebató y su ira irracional se volteó hacia ella.
- ¡Bruja! ¡Tu trajiste a esos monstruos a la casa!
Ella no lograba explicarse a que monstruos se refería su marido, pues a diferencia de el, no vio nada, pero no hubo más tiempo de que lo meditara, cuando sintió como un fuerte y doloroso golpe le hería en la cabeza, cayendo desplomada en el suelo a punto de perder la consciencia. Apenas hubo levantado un poco la cabeza, le fue propinado otro golpe, pero esta vez en la frente, ocasionando una terrible ruptura en el cráneo, que afectó al sistema nervioso, provocando la muerte de la mujer en el acto. April, no podía creer lo que sus ojos veían. Su madre yacía muerta en el piso, mientras su padre se acercaba con mirada vil hacia ella. Corrió hacia la puerta de la casa, gritando, intentando pedir ayuda. En el momento en que su padre la agarró del cuello, quitándole el aire y apunto de matarla, entraron dos oficiales de la policía derribando la puerta. Un vecino confundido al oír el bullicio que provenía del lugar, llamó preocupado a la policía, y afortunadamente estos llegaron justo a tiempo.
April, vio a su padre ser esposado y llevado por un oficial, esa fue la última vez que lo vio. Con su madre muerta, y su padre en la cárcel, fue su abuela quien se hizo cargo de ella. La señora, que desde entonces vivía muy afligida por la trágica muerte de su hija, se propuso cuidar de su nieta con amor y diligencia. La abuela le compraba a April todo lo que una niña de su edad pudiese desear: Juguetes, muñecas costosas, ropa de las mejores marcas y muchas golosinas. Sin embargo, a pesar de todos los cariños que la abuela le mostraba, April jamás sonreía. Una noche mientras la abuela bordaba un mantel escuchando las noticias en la radio, oyó a su nieta reír a carcajadas en su habitación. Extrañada por esto subió a ver de que se trataba, y al entrar en el cuarto, grande fue su sorpresa cuando no vio a nadie, más que a April riendo locamente sentada en su cama.
- Cariño, ¿qué es tan gracioso?
- Mis amigas abuela, ¿acaso no las ves?
Afirmó señalando un punto fijo. La abuela, conmovida al ver por primera vez la sonrisa de April en mucho tiempo, decidió seguirle el juego.
- Claro querida, tus amigas son muy lindas
- ¿Quieres jugar con nosotras?
- Me encantaría cariño, pero debo terminar de bordar un mantel
A la abuela le había causado ternura ver a su nieta jugar y reír feliz. Sin embargo en las ocasiones posteriores no fue así. Cada vez ocurría con más frecuencia, y empezó a tornarse preocupante. La señora sin saber que hacer al respecto, fue un día a hablar con la maestra de April.
- Dígame señorita Chloe, ¿usted sabe algo sobre el extraño comportamiento de mi nieta?
- Bueno señora, la verdad es que yo también quisiera saber con quien habla April la mayor parte del tiempo